Un simple paseo por el bosque (libre)

ALIENA

Por una vez quería descansar, por una noche solo por una noche quería dejar de ser Shadow y ser simplemente yo. Era una noche fría, paseaba por el bosque, ese lugar me traía tantos recuerdos, cuando era pequeña mi hermana Roseth y yo siempre jugábamos en el bosque, imaginando que éramos caballeros y luchábamos contra el mal. Pero de eso hacia ya diez años, Roseth estaba muerta y yo no tenía a nadie.

Me senté junto a un árbol tratando de ordenar mis pensamientos, aún recordaba cuando era una niña que vivía felizmente con sus padres sin preocupaciones, antes de convertirse en una delincuente. No me gustaba recordar mi pasado, me sentía triste y tenía ganas de llorar, pero necesitaba recordarlo, era la única forma de saber que todavía quedaba algo de esa niña en mi.

Seguía sola en aquel árbol pensando, recordando cada fragmento de mi feliz infancia, cuando oí una voz a mis espaldas. Reconocí esa voz, era la de aquel guardia que había en los jardines cuando fui a robar.

Me giré para verle, estaba encapuchado y no podía verme la cara, por suerte a mí tampoco podía verme, estaba demasiado oscuro, de todas formas no iba vestida como Shadow:

-No me ocurre nada soldado, simplemente me gusta estar sola -dije seriamente- este bosque no es peligroso para mí, vengo aquí desde que era pequeña.

Comenzó a llover, más me valía a mí buscar un lugar donde esconderme de la lluvia si no quería enfermar.

El soldado ofreció llevarme a mi casa, además de no fiarme nada de él por servir al rey, podría descubrirme por el tono de voz:

-Yo en realidad no tengo casa, desde que era pequeña vivo en las calles. Y tampoco tengo familiares vivos.

El chico siguió insistiendo, no sabía por qué pero me recordaba a alguien. Bajó de su caballo, me tapé con una capucha para que no me viera el rostro, decidí aceptar que me llevara a la posada:

-Está bien señor, iré con usted-respondí sin demasiado entusiasmo-

No me hizo falta que me ayudara a subir, tenía bastante práctica con el caballo y pude montarme sin problemas.

Acaricié al caballo, me recordaba bastante al que tuve de pequeña, se llamaba Naviera... O eso creía. El caballo se mostró muy contento de verme y le acaricié la cabeza.

Hizo una ronda por el bosque, por lo que yo ví no había nada fuera de lo normal, pasamos por la que antes era la guarida de mi protegida Violet, por suerte ella ahora vivía conmigo.

Le dijo a su compañero que me llevaría a la posada, el soldado me miró extrañado, supe lo que estaba pensando, los hombres siempre tan malpensados.

En pocos minutos llegamos a la ciudad, paró el caballo en la posada y me bajé, estaba bastante oscuro así que me quité la capucha:

-Gracias por llevarme, esto... ¿cómo se llama?