Tras una breve vigilancia..(John & libre)

Aquella mañana desperte temprano cuando el sol aun estaba saliendo para prepararme para la vigilancia por el pueblo aquella mañana, asi ningun ladron se atreveria a robar en mi presencia pues la cortaria las manos sin miramiento alguno; tras ponerme la armadura, guardar mi espada en su cinto y colocando mi pelo para que no me molestara sali de mis aposentos en direccion a los establos a por Umbra. Al llegar la yegua estaba despierta, asomandose esperando mi llegada, sonrei levemente acariando su oscuro morro, saque la silla y las bridas para colocarselas en un momento; en un par de minutos ya estaba sobre Umbra saliendo de los establos en direccion al pueblo, por el camino me cruce con el guardia que habia hecho la vigilancia anterior a quien salude tan solo con un asentimiento breve de cabeza.
La mañana empezo tranquila, observaba como iban abriendo los puestos como todas las mañanas los trabajadores listos para un nuevo dia, aunque... siempre hay un "pero" en todo como sabia bien; a media mañana sobre las 11 escuche un pequeño escandalo, fui hasta el lugar con rapidez sin dificultad alguna llegando a un pequeño circulo que observaba a uno de los mercaderes agarrando por la camisa a un hombre que le miraba con miedo; no tarde en saber lo que pasaba: segun el mercader aquel hombre le habia robado maiz. Con un suspiro me baje de Umbra y camine hasta ellos con una mirada inquisidora y severa, escuche lo que me dijo el mercader y luego observe al hombre, escrutandolo con la mirada y notando un ligero bulto bajo sus ropas raidas; sin pudo alguno le subi la camiseta y ahi encontre dos mazorcas, la expresion del mercader fue de regodeo y la del ladron... de temo que bien debia temer.

- Te vienes conmigo...- dije con voz dura y fria

El ladron se resistio pero tan solo tuve que sacar un poco la espada para que tragara saliva y se estuviera quieto para que le pusiera las esposas y lo atara a la montura de la yegua; como ya practicamente terminaba mi turno decidi volver al castillo seguida del ladronzuelo que no paraba de suplicarme que lo soltara, ingenuo hombre si pensaba que lo haria pues no cometeria semejante estupidez bastante me habia costado llegar a mi puesto como para ablandarme ante sus suplicas.
Cuando llege al castillo le entrege el prisionero a los guardias, me baje de Umbra y le tendi las riendas al mozo de la cuadra para que la guardara y le diera comida y agua; me quite uno de los guantes y me pase la mano por los cabellos algo alborotados por el breve viento que habia, dirigi mi mirada al prisionero que era arrastrado por los guardias y no paraba de suplicar a gritos.

Paseaba por los jardines del palacio, despues de la reunion matinal con el rey, esperando la llegada del mediodia. Salude a un par de condes con cortesia, y luego escupi en el suelo cuando se fueron. Eran como viboras que esperan una desgracia para atacar todas y ver quien conseguia el trozo mas grande del vacio de poder que dejas cuando mueres. Apesar de mi corta edad habia aprovechado el trabajo de mi padre para cimentarme un futuro en aquella corte, y habia funcionado. Era el cerebro detras del rostro, o sea el rey. Aunque con e temperamento que Henry tenia era imposible controlar la corte como es debido. Su humor cambiante era un peligro potencial.

-Son como granos en mi trasero- Comente para mi solo

Escuche ruidos cuando andaba cerca de los establos. Unos guardias arrastraban un hombre, y luego a Ailen; la hija del viejo Alexander, el ex-capitan de la guardia y viejo amigo de mi difunto padre, uno de los pocos que tenia en la corte del rey. Y tambien estaba un hombre que no conocia. Me acerque a la guardia. A Ailen la conocia desde jovenes, e incluso me habia sentido atraida por ella, pero mis obligaciones me dejaban sin practicamente vida social verdadera.

-¿Ailen, que pasa aqui y quien es ese hombre que se llevan?- Se lo señale con cara confusa

Observe como el mozo se llevaba a Umbra, por si bien que la tratara bien y le daria una patada en el trasero, volvi a mirar como se llevaban al preso aunque en realidad no creo que le hicieran mucho daño pero eso no me incumbia pues yo tan solo habia cumplido con mi deber, un ladron es un ladron no hay excepciones; entonces vi que llegaba una figura conocia, era John el consejero del rey. Se acerco hasta donde me encontraba y parecia confuso sinceramente no se porque, al escuchar su pregunta me encogi de hombros con simpleza.

- Nada fuera de lo normal, estaba robando y lo pille simple y facil- dije con tranquilidad - Supongo que lo soltaran y asi aprendera a no llevarse las cosas sin pagar-

Mire a John, le conocia desde hace bastantes años ya que nuestros padres eran viejos conocidos en el castillo, jugabamos de pequeños a guerreros y recuerdo que el era una de las pocas personas que creian en mi habilidad como guerrera antes de ser admitida por el rey, cosa que siempre le estado agradecida por creer en mi.

Mire con una sonrisa a Ailen. Siempre la veia muy tranquila. Me gustaria a veces tener mas paz, el strees podia ser peligrosos en ocasiones.

-Haces bien. Pero deja la justicia para los politicos, tu deber es mas empuñar la espada por nuestro pais y tus protegidos-

Aunque la guerra era uno de mis pasatiempos favoritos, preferia la tranquilidad de los jardines del castillo del rey y la turbulencia de su corte a cortar cabezas de franceses, españoles y algun que otro ingles.

-Tengo la sensacion de que si te dedicaras a la politica llegarias hasta a reina- Dije bromista

Observe que me miraba con una sonrisa por mis palabras y se la devolvi, escuche lo que dijo sobre dejar la justicia para los politicos y mi deber de empuñar la espada por el pais y los protegidos; oi su comentario bromista y me rei.

- A lo mejor podria llegar a ser reina, pero hay mas riesgos de morir asesinada o envenenada que en una guerra- dije con una media sonrisa.

Cosa que era cierta, habia tanta competencia en la realeza que no sabia si ser rey era una bendicion o una maldicion, apenas te podias fiar de nadie pues cualquiera te atravesaba con un puñal si tenia la oportunidad.

-¿Como va todo con el rey? No creo que este en su mejor momento con tanto rebelde- dije

Recorde que hacia un par de dias en una de las guardias mientras iba a caballo un chico no mas mayor que yo me grito asesina y dio apoyo a los rebeldes ¿que hice? como lo tenia cerca y sin desmontarme de mi yegua le pege una patada en el pecho tirandolo contra el barro y le amenaze que la proxima vez no seria tan considerada.