Elizabeth Helenne Tudor

por **Elizabeth Tudor** Sáb Nov 13, 2010 2:06 am

Nombre Completo~
Elizabeth Helenne Tudor

Elizabeth Helenne Tudor 22Zd

Fecha de Nacimiento~
3 de febrero

Edad~
15 años

Nacionalidad~
Londres,Ingaterra

Rango~
Princesa de Inglaterra

Descripción física~
Posee un extenso cabello de un tono chocolate, con leves bucles. Suele llevarlo, la mayor parte del tiempo recogido, como cualquier mujer del ámbito real. Pocas personas la han visto con el cabello suelto, el cual usa de ese modo, al momento de descansar o cuando da algún paseo sola.
Sus ojos son intensamente expresivos, su color es de extraña belleza, entre miel y verde, con pestañas largas y oscuras. Sus labios con forma de corazón, carnosos. Tez pálida, haciendo resaltar sus rosáceas mejillas y de piel delicada y sedosa.
De belleza natural, no precisa de cosméticos para resaltar sus rasgos, fresca y jovial
Es alta aunque sus hermanos le llevan varios centímetros.
En cuanto a vestimenta, durante el día y hasta el anochecer lleva vestidos de los más costosos y de únicas telas y modelos. Su padre los envía a traer desde Francia para sus hijas.
Cuando sale a recorrer el pueblo para ayudar a los más desamparados, utiliza el pijama, que son vestidos generalmente blancos sin muchos adornos ni corsé, con una capa que posee capucha de un tono marrón oscuro para no ser reconocida.

Descripción psicológica~
Desde muy pequeña se le ha infundido el respeto y la sumisión por la autoridad, su inequívoco lugar en el mundo, lo que era correcto y lo que no, frente a los ojos de una sociedad machista y de pensamiento cerrado.
Asimismo, no tardó en destacarse de entre los demás, exteriorizando su independiente personalidad, su complejo carácter, y su acentuado amor por la vida y cualquier ser en ella, no importaba la clase.
Tuvo la suerte de descubrir el mayor poder de todos, del cual se aferró sin miramientos, el poder de la libertad de expresión y pensamiento, aunque en la época en la que se halla no sea algo bien visto a los ojos de nadie, sobre todo si se trata de ella, una princesa sin escrúpulos ni sentido del juicio.
De todos modos, al momento, su conllevado y atestado amor por quebrantar lo que se le mande, ayudar a quién lo necesite, enfrentar injusticias aunque tenga que sentarse frente al rey durante un día para convencerlo, está repentinamente apaciguado. Se han sucedido varias muertes, dado a la cacería pavorosa de la Iglesia; y por tal motivo sus deseos por cambiar el mundo se han suprimido por su padre, bajo amenazas.
Servil, amable, cortes, incluso sí trata con los enemigos, nunca pierde ese toque aristocrático, y por sobre todo el respeto. De naturaleza absolutamente humilde, y podría decirse espontánea.
Es la mimada del palacio, así que, naturalmente, cuando se halla en aprietos, su lado arrogante y despotricante sale a relucir, dependiendo el contexto y la persona con la que se halle hablando. Posee un cierto sexto sentido que le permite descubrir si el otro realmente es de alma pura o no, aunque esos prejuicios tan afirmados tarde o temprano, mueran en sus labios.
Soñadora y alegre, suele soltar sus ideologías en una hoja o partitura. La música y la escritura son los únicos que no se interpondrán en sus esperanzas por cambiar todo un sistema, sin ser ejecutada por el solo hecho de meditar cosa semejante.

Familia~
Enrique Tudor XVIII
Catalina de Aragón
Edward Tudor
Lilianne Tudor

Historia~
Nacida en Londres, Inglaterra, en el palacio de Lancaster, un tres de febrero, bajo el nombre de Elizabeth Helenne Tudor, siendo su primer e inmediato título: Princesa de Lancaster, y Princesa de Inglaterra, como su hermana. Desde pequeña siempre ha sido la consentida de la familia Tudor, incluso luego de la muerte de su madre, estos hechos se hicieron más visibles y densos, tal vez, por el hecho de encontrarse más desprotegida.

Tomó, desde sus años de infante, clases de música, sobre todo piano, y arte en general, siendo también la escritura y la poesía una de sus pasiones, tal y como su padre. Al principio siempre demostró admiración y respeto por sus mayores, hablando de su ámbito en general, pero no pasó demasiado tiempo para que sus ideologías revolucionarias y rebeldes aparecieran siendo inmediatamente apaciguados.

Siempre demostró ser una niña inquieta y con aficiones a la curiosidad, y a quebrantar reglas. Recibió clases con un tutor, al igual que sus hermanos, en el palacio, y destacó en sus notas, siendo no menos que ellos.

Su hermano Edward, es tan o más protector que su padre, por lo que no la dejaba ni a sol ni a sombra, sobre todo conociendo a la pequeña Elizabeth que le encantaba escaparse al pueblo a jugar con niños de su edad. Fue entonces que a los trece años, siendo notificado su padre por estos acontecimientos decidió colocar guardia privada, tanto a ella como a su hermana, Lilianne.

Al principio, el joven, de nombre Natehaniel Dickenson, que debía cuidarla, siendo claro, que su propia vida se acabaría en el caso de que a la jovencita le sucediera algo, se convirtió en su sombra, prácticamente, lo que fastidiaba un poco a la princesa. Fue entonces que dando un paseo por el bosque, ladrones aparecieron, de la nada, y el joven demostró su linaje militar, salvándolos a ambos de la situación. Desde aquel día, se convirtieron en amigos, y él le ha enseñado en secreto algunas formas de defensa, por sí faltase, y ella se hallara sola.

Pasado algunos años, notó la encarnecida represión de la Iglesia para con los pueblerinos, la Inquisión se hacía evidente, y cualquier jovencita estaba a un paso de ser acusada de brujería, y ser quemada hasta la muerte. Libros, eran quemados, aunque ella ha podido mantener algunos de esos tomos en su poder, aún en secreto. Habló con su padre, pero él no ha oído ninguna de sus quejas presentadas no solo con respeto sino casi en ruegos.

Su relación se hace cada vez más frágil, sobre todo en su último encuentro en el que la ha amenazado, de enviarla a un pueblo de Francia, lejos de su familia y amigos, sino acababa con las ideas alborotadoras, intolerantes y desquiciadas, como bien fueron sus palabras.

Esa misma noche, haciendo caso omiso, una vez más a no salir del castillo, se dirigió al pueblo con ayuda de Natehaniel, a quien le pidió dejarla sola, llevando consigo varios alimentos y vestimentas que podrían servirle a los mendigos, pero en su afortunado día se topo con un ladrón, encontrándose sola, no entendió cómo o por qué pero no fue atacada como la vez anterior en el bosque. Se quitó la capucha, y se dio cuenta de inmediato que aquel joven no era malo. Desde el momento en que lo conoció se ha percatado que ha pasado noches en vela pensando en él, aunque no sepa describir del todo en una palabra lo que le causa, siendo uno de sus más preciados secretos.

Habilidades~
Toca el piano, y compone sus propias melodías. Le encanta leer y escribir.
Gracias a su mejor amigo ha aprendido algunas técnicas de defensa, sobre todo con el arco y la flecha, aunque eso sea por el momento sólo un pasatiempo secreto.

Debilidades~
Es bastante terca y demasiado orgullosa, aunque podría decirse que una de sus mayores debilidades es cierto ladrón del pueblo.

Miedos~
Amplia palabra..Miedo a no poder concretar sus sueños, sus ansias de liberar al pueblo de la agonía que los mismos nobles y poderosos, están causando, desde la Iglesia al Rey. Por el momento debe apaciguar sus ideas o perderá la oportunidad de hacerlo si es enviada a Francia, lejos de ellos.

Gustos y odios~
Por sobre todo, su pasión se encuentra con el arte.
Es una aventurera y curiosa innata, sí debe romper las reglas para lograr cometidos,lo hará.
Escribir de vez en cuando, o encerrarse a leer los libros que con ansias protege de la represión.

Detesta las injusticias, en todos los sentidos. No soporta cruzar siquiera mirada con su padre, desde hace algo más de un año.
Ser tan sobreprotegida, es algo que de verdad las fastidia, no puede dar un paso sin que alguien la crítique o le impida hacerlo.

Posesiones~
Solo posee una gargantilla de diamante que perteneció a su madre.
Los libros que ha podido salvaguardar de la quema.

Otros~
Ni le interesa, ni es capaz de mentir. Es algo que simplemente no es parte de ella, aunque su vida dependiera de ello no podría hacerlo, sus rasgos, movimientos o muecas son demasiados delatores para poder lograrlo. En este caso, desvía la mirada, simplemente no puede mantenerla, o una sonrisa innotable aparece en sus labios.
Si se siente incómoda, en general desvía la conversación repentinamente, o lleva una mano a su mechón derecho.
Sus ojos son tan expresivos, que uno puede saber de inmediato si está fingiendo una emoción. Si está triste, feliz, nostálgica..
Su mayor deseo es poder cambiar el mundo que se encuentra ante sus ojos.