Cumpliendo con mi turno {Eli, Belle, Lily, Mary, Ale y yo}

Tome mi propio bolso,al que llenamos de provisiones sin llamar la atención de nadie y nos dirigimos hacia los patios.Se estaba bien estar sin el tirano,por todas las joyas que me comprase uno no podia comprar el cariño y el respeto de una hija.

Caminamos con tranquilidad.Hacia un buen diía , soleado y del todo despejado.Una sonrisa se esbozo en mi rostro lo cual era muy habitual. Lucía un vestido verde, y el pelo suelto recogido con unas pequeñas trenzas con pequeñas piedras preciosas ajustadas.

Apartamos la planta de jazmines para llegar al pasadizo mientras ibamos hablando.Pero su comentario me pilló un tanto desprevenida.Me quede parada casi atragantandome y la mrie de reojo intentando disimular del todo.No sabia cuanto ella sabia ,pero esperaba que no demasiado.Seguro que eran paranoias mias,ademas ni yo sabia lo que sentia por el.Que le habia dado llegar a esa conclusion.

Me encogi de hombros.
-En eso consiste no?-pregunte dulcemente y rei.- por algo se le llama guardia personal.-sonrei y mire a mi hermana. -pero no queria que la pequeña se asustase,asi que es mejor ir a solas.-admití y en efecto alli estaba la pequeña niña de la cual mi hermana me habia tanto hablado.

-Hola pequeña.-dije simpatica mientras sacaba las provisiones de mi bolso y se lo tendia.

The Shadow Thief

Me encontraba escondida entre los arbustos de los jardines del palacio, esta sería la primera vez que cometiera un robo a plena luz del día sin la protección de la noche.

Había sido relativamente fácil colarme en el castillo, la mayoría de los guardias del rey no se habían dado cuenta de que yo estaba.

Miré a través de los arbustos, allí estaban las princesas Elizabeth y Lilianne hablando con una niña pequeña que no conocía, no habían guardias cerca, solo había un solo guerrero haciendo guardia, era demasiado fácil.

Salí de un salto de mi escondite, era imposible que me reconocieran, iba completamente vestida de negro y una máscara me tapaba la cara, les apunté con mi arco y dije con voz profunda y grave:

-Demen todas las joyas que lleven, si lo hacen no sufriran ningún daño.

Yo en realidad no tenía nada en contra de la princesa Elizabeth, ni si quiera tenía una opinión sobre ella, a quién odiaba era a su padre, aquel hombre que había asesinado a mi padre solo por no estar de su lado.

La princesa hizo algo que jamás habría esperado de alguien de la realeza, se puso delante con la intención de proteger a la pequeña, pensé en lo que me dijo Adrien el día que le conocí ''algunos merecen la pena'' ¿se estaría refiriendo a ella? Miré a la joven a los ojos, distinguí miedo y preocupación a la vez, decidí que a pesar de ser hija del rey ella no era ni mucho menos como su padre:

-Mis disculpas señorita-dije con voz dolida- siento haber entrado de esta manera, él tenía razón, usted no es como las demás. Perdone por las molestias que le haya podido causar.

Estaba a punto de irme cuando sentí el filo de una espada en mi cuello, el soldado que estaba vigilando me había descubierto, no tenía posibilidad de huir, cualquier movimiento que intentara significaría mi muerte.